Solo era él y un puñado de sueños.
Besos a medio empezar en el cuello y bajo la almohada.
Recuerdos aún por reconquistar y amores que pudieron ser pero que se fueron como todos estos meses atrás.
De ella se enamoraban hasta las esquinas, pero a ella solo le importabas tu.
Clara era su mirada como la mañana. Ella mira para adelante como las valientes, y en sus ojos aún
hay algo de brillo de la ilusión de ayer, pero que se desvaneció.
Con motivos, pero sin él, aceleró.
Huyó de este ruido por la carretera a todo gas.
Todo su amor se perdió en la última curva, y en el túnel se apagó su corazón.
Dicen que solo pide como rescate un amor.
En realidad te pide a ti.
¿Y si la rescatas?
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