30 de abril de 2012

Una parte de mi.


Se prometió que sería la última vez.
La última vez que perdería los ojos al final de la barra que estaba a dos pasos
y a cinco latidos en la oscuridad menos apropiada.
Era el sitio donde se confundían miradas y se perdían besos en los vasos mas cargados
de penas que de felicidad.
De miradas va eso, pero que nunca encuentran su remitente.
Risas a medio dibujar en la oscuridad y que tiene dos vías a entender.
Porque ella se muere porque le digan que la quieren.
No la invites a otra cosa que no sea desgastar tu boca
No le quites razones para no
hacerlo, porque no encontrará motivos para abandonar.
Será la ultima en mirar y la primera en pisarte los talones.
Siempre tuya.






Dicen que la música sigue y no para.

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